Los frutos secos contienen gran cantidad de ácidos grasos pero son beneficiosos para nuestro cuerpo si se consumen con cantidades reguladas y, preferiblemente, sin sal. Un puñadito a diario es suficiente para recibir sus aportes.
Todos ellos son buenos para nuestro cuerpo y estado mental pero cada tipo de fruto seco contiene beneficios específicos, aunque tienen funciones similares. Los mejores son las nueces, el cacahuete, el pistacho, las almendras y el anacardo.
Son complementos ideales para una dieta vegetariana y, además de ser una buena fuente de proteínas, ayuda a combatir el colesterol. También son ricos en calcio, potasio, hierro y zinc. Su capacidad energizante los convierte en grandes aliados para estudiantes y trabajadores manteniéndote activo las últimas horas del día.
Si sufres de estreñimiento, tus aliados serán los pistachos, almendras y cacahuetes. Y, al ser una buena fuente de antioxidantes, nos ayudan a combatir el envejecimiento de las células y a luchar contra enfermedades como el cáncer.
¿Te preocupan las calorías? Consume frutos secos más naturales, sin sal y sin ser fritos. Puedes añadirlos a guisos, cereales, postres, ensaladas o a las cremas de vegetales.